Pues decir lo primero que los condeno rotundamente, y que merecen un castigo.
El mismo castigo que para cualquier otra persona laica que haya cometido un hecho similar.
Pero sí creo que hay que añadir o puntualizar varias cosas:
Primero, que quizá tan importante como el castigo al agresor y al posible encubridor, sea pensar en cómo intentar reparar, de alguna manera, el daño hecho al niñ@ o adolescente, algo que no parece trivial.
Que bajo la palabra "pederastia", un delito en todos los casos, puede haber varios grados de gravedad. No parece lo mismo hacer unos tocamientos que sodomizar, o si es un niñ@ o un adolescente (es decir, la edad de la víctima).
Que quizá haya que examinar, con cierto detalle, la posible existencia de atenuantes o agravantes para cada caso.
En definitiva, un tema que parece bastante complejo.
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